Las mamparas permiten transformar el baño en una combinación muy interesante eligiendo entre bañera tradicional y cabina de ducha. Sin embargo, debe recordarse que la elección incorrecta o el montaje inadecuado de la mampara puede hacer que esta no cumpla correctamente su función.

Las mamparas tienen dos funciones básicas:

  • Limitar el espacio para la zona del baño: Separar la bañera del lavabo mediante la instalación de una mampara le permite mantener su ducha limpia y seca, evitando posibles resbalones por tener el suelo mojado.
  • La decoración: La multitud de diseños hace que las mamparas no solo sean un complemento funcional, sino que también pueden ser un elemento importante a nivel estético.

Tipos de mamparas 
Debido a las diferencias de diseño, se pueden distinguir tres tipos básicos de mamparas de bañera: 

  • Mamparas plegables: Por lo general, están hechos por hojas (puertas) que se pliegan como una armónica. La instalación de este tipo de mamparas es relativamente fácil aunque se recomienda siempre la instalación con un profesional. El beneficio principal de esta mampara es que al estar plegada ocupa poco espacio. Es la solución más elegida para baños pequeños.
  • Mamparas de panel fijo: Se trata de una mampara que es una sola hoja. Su principal ventaja es su sencillez estética y el ahorro del espacio. Aún así, no protegen el suelo contra salpicaduras. 
  • Mamparas correderas: En la versión más simple, se trata de una sola hoja que se desliza sobre guías, y en versiones más complejas, el número de hojas puede ser de hasta siete. Protegen muy bien contra salpicaduras manteniendo el suelo de tu baño limpio y seco.